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Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento.

Comidas Saludables

Como bien decía Hipócrates, que tu alimento sea tu medicina y tu medicina tu alimento. Cada día somos más conscientes de que para sentirnos bien con nosotros mismos y ante los demás es necesario cuidar con mimo nuestra dieta alimentaria. Claro que solo eso no es bastante. Nuestros buenos hábitos en la comida deben complementarse con ejercicios diarios que se encargarán de quemar la grasa superflua y equilibrar nuestro organismo para un correcto funcionamiento en todos los sentidos.

Comida equilibrada

Por todos es aceptado que la dieta mediterránea, rica en aceite de oliva, legumbres, frutas y verduras, es excelente para nuestra salud y condiciona de manera beneficiosa nuestra figura. Si a esta dieta le añadimos bastante fibra como complemento, conseguiremos además un perfecto funcionamiento intestinal que evitará todos los problemas ocasionados por el estreñimiento, como pueden ser la celulitis, migrañas, inflamación de vientre, ventosidades, etc.

En términos generales nuestro cuerpo necesita unos nutrientes adecuados que deben quedar repartidos en la dieta diaria, de forma que esta sea variada y completa, no privándonos por ello de ningún alimento esencial. Por lo tanto, nuestra dieta debería componerse de: lácteos, fibra, carnes, pescados, huevos, verduras, legumbres y frutas entre otros.

 

  • PROTEINAS: Cuando sentimos falta de fuerza, nos sentimos depirmidos y el cuerpo nos flaquea es que tomamos pocas proteínas. Como el cuerpo las quema con mucha rapidez, necesitamos tomar muchos alimentos ricos en ellas. Cuanto más deprisa nos movemos, más proteínas consumimos. Además, las proteínas tienen la misión de reponer las células que cada día van muriendo. Las proteínas se encuentran por ejemplo en los guisantes, en un buen filete o en la harina de soja. En general son ricas en proteínas las carnes, el pescado (más rico en proteínas que las carnes), el yogur, el queso, la leche, los huevos, las féculas, las verduras y las nueces.
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  • CARBOHIDRATOS: Los azúcares y las féculas son carbohidratos. Cuando faltan en nuestro organismo, éste busca la energía en las proteínas, no permitiendo en parte que realize la función de reponer los tejidos que se van destruyendo cada día. Los carbohidratos se pueden obtener de las frutas y verduras, más que de alimentos más pesados como las pastas, la gelatina o las bebidas azucaradas, ya que éstos últimos suelen saturar nuestro organismo en exceso, almacenándose en los tejidos y produciendo grasa que más tarde tendremos que eliminar.

 

  • GRASAS: Para mantener nuestra piel, el cabello y las uñas en buen estado y además mantener una energía conveniente tenemos también necesidad de que nuestro organismo contenga grasa. Existen grasas buenas y grasas peligrosas. Las no saturadas, como las que se encuentran en los aceites. Las grasas saturadas están en la margarina, la mantequilla, el chocolate y las grasas animales. En general, todas las grasas que se solidifican a temperatura ambiente después de ser calentadas son peligrosas. Entre otros males, deterioran el cutis y obstruyen los poros de la piel. Además, como se almacena en los tejidos nos hace engordar rápidamente. Los aceites no saturados son los que se mantienen a temperatura ambiente de forma líquida. Si consumimos aceite vegetal en vez de animal, notaremos que mejora nuestra vitalidad, nuestra piel se vuelve más agradable, al igual que nuestras uñas y cabellos.

 

  • VITAMINAS: Los mejores cosméticos que existen son las vitaminas.

  1. Vitamina A: Excelente para nuestra piel y nuestros ojos, además de mejorar los cabellos y las uñas. Se encuentra en los huevos, en el pescado, hígado, leche, zanahoria, queso, melón y en las verduras de hojas verdes.
  2. Vitamina B: Cuando falta la vitamina B se produce desánimo y cansancio. Se conoce como la vitamina del estrés. Tienen vitamina B los cereales, la soja, las legumbres, los huevos, el pescado, las nueces y algunas carnes.
  3. Vitamina C: Ideal para prevenir resfriados y alergias, además de ser muy eficaz para los problemas de piel. Ayuda en la formación de dientes, encías y tejidos conectivos, que son los encargados de mantener los huesos en su sitio. Se encuentra en las naranjas y limones, en la uva, en las cerezas, en los tomates y en las hortalizas.
  4. Vitamina D: Previene la caries y ayuda a crecer los huesos. La mejor fuente de que disponemos para conseguir vitamina D es el sol. En épocas de poco sol se recomienda comer caballa o salmón en lata.
  5. Vitamina E: Se encuentra en el aceite, el trigo, la levadura, etc. Hay quien la llama la vitamina del sexo, por la energía y el buen aspecto que nos proporciona.
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  • MINERALES:

  1. Calcio: Se encuentra en la leche, en el queso, en las almendras, en la miel, en los nabos y en la coliflor. Refuerza los huesos, los dientes y las encías.
  2. Yodo: Regula las tiroides, controlando así nuestro metabolismo. Todos los productos marinos son ricos en yodo: mariscos, algas, pescados e incluso el mismo agua del mar.
  3. Hierro: Aumenta la energía y da vitalidad a nuestra piel. previene de la anemia, el cansancio y la palidez del rostro. Se encuentra en las ostras, el hígado, la yema de huevo, la soja, los aguacates, los albaricoques y las uvas.
  4. Fósforo: Vivifica la piel y da brillo a nuestro cabello. Hay quien dice que aumenta los reflejos y revitaliza las células del cerebro. Además, es excelente para calmar los nervios. Se encuentra en la leche, en el yogur, en los huevos, en el requesón, en las aves de corral y en el pescado.
  5. Azufre: Revitaliza el cabello y fortalece las uñas. Está en la mantequilla, en la levadura, en los guisantes, en las lentejas, en los huevos, en las almejas y en el queso.