Un estudio realizado por una universidad británica ha desvelado que los componentes de la dieta mediterránea pueden protegernos de la hipertensión arterial. Alimentos como el aceite de oliva, las nueces y la lechuga resultan ser la combinación perfecta para reducir de forma completamente natural la presión arterial.
Según este estudio, los alimentos que componen esta dieta tan típica entre los españoles ofrecen una combinación perfecta para luchar contra las subidas de la tensión. Por un lado, alimentos como el aceite de oliva o los aguacates incluyen un tipo de grasas saturadas, mientras que las verduras como la zanahoria o la espinaca son alimentos ricos en nitritos y nitratos. La combinación de las grasas saturadas con los nitritos y los nitratos da lugar a una reacción en la que se producen ácidos grasos nitro que bajan la presión arterial.
De hecho, para añadirle mayor veracidad a la prueba, los científicos encargados de este estudio decidieron suministrar ácidos grasos nitro a ratones cuya presión arterial descendió en el momento en el que les fue suministrada esta sustancia.
Este estudio concluye que la dieta mediterránea, más allá de ser una dieta destinada únicamente a perder peso, resulta tener también un efecto protector en el que la combinación de grasas saturadas con los vegetales da lugar a una dieta ideal para reducir la presión arterial. En otras palabras: la dieta mediterránea ayuda a prevenir infartos.